Soluciones sobre Las Tres Oraciones Diarias De Protección

las tres oraciones diarias de protección

Sé que estás haciendo esto en mí ahora y asumo por la fe mi liberación, cura y salvación en Jesucristo, mi Salvador. Representando a Jesús y por María, nuestra Madre. Dios no desea que el miedo domine nuestras vidas. Como nuestro enorme protector, Él está más preocupado con nuestra seguridad que nosotros mismos. En el momento en que confiamos en y en sus promesas de protección y seguridad, tenemos la posibilidad de vivir valerosamente y confiados, a sabiendas de que Él está en control y sacará el bien de cada vivencia. Nada escapa de su atención, y nada puede separarnos de la mano del Padre.

Tenemos una reverencia santa basada en quienes somos y en quienes fuimos en ti. Como comandante de nuestras vidas sabemos que nos cuidas de todos nuestros enemigos, y que mientras que estemos en ti no temeremos a ningún mal. has vencido a nuestro enemigo espiritual desde aquella vez que moriste y resucitaste para toda la eternidad, y si bien la maldad todavía ronde por ahí, el poder de tu nombre y la redención de tu sangre nos lleva siempre hacia la victoria.

Devoción A La Preciosa Sangre De Jesús

Todos aquellos que reciten Mi oración con una sincera intención recibirán paz en sus pruebas. Al pecador que recite esta oración, le será brindada la felicidad de ver lo que obstaculiza su fe. Todos los tibios que devotamente reciten Mi oración van a llegar camasconpalets.com a ser más fervientes en la fe. Oh María, Protectora de Nuestra Fe, escucha nuestra oración y solicita a Tu Amado Hijo que reciba nuestra fe en Sus Manos Sagradas. Pídele que oculte nuestra fe en Sus Llagas y la resguarde de todo mal.

Intercede para que asimismo nosotros tengamos la posibilidad localizarlo y así vivamos en el amor del Eterno Padre y en la victoria de la Cruz de su Hijo.Que unamos nuestros sufrimientos a los de la para la redención de nuestros errores. “Oh Coraza de la Sangre del Redentor; protégeme en mis caminos y peleas espirituales; cubre mis pensamientos, potencias y sentidos con tu coraza protectora, reviste mi cuerpo con tu poder. Libérame de todo mal y peligro Gloriosa Sangre del Redentor, a fin de que logre cumplir la misión que me ha sido encomendada y ofrecer Gloria a Dios. Me consagro y Te consagro mi familia de forma voluntaria al Poder de Tu Sangre Protectora. Señor Jesús, tú eres exactamente el mismo ayer, hoy y siempre y en todo momento, en tu Santo Nombre te estoy pidiendo que pases con tu mano Santa sanando nuestras enfermedades, ungiéndonos con tu Espíritu.

las tres oraciones diarias de protección

Oración Al Desértico Corazón De Jesús

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El imperio de tu voz ponía en fuga a todos y cada uno de los diablos, haciéndolos salir de los cuerpos poseídos, y dio vista a los ciegos, charla a los mudos, oído a los suecos y perdón a los pecadores, como a la Magdalena y al paralítico de la piscina. Tu te hiciste invisible a tus contrincantes, a tu voz retrocedieron cayendo por tierra en el huerto, los que fueron a aprisionarte, y cuando mantenimiento de flota expirabas en la Cruz, a tu poderoso acento se estremecieron los orbes. Señor Jesucristo, Dios de vivos y muertos, Eterno Sol de Justicia, encarnado en el casto vientre de la Virgen María, por la salud del estirpe humano, Justo Juez, Creador del Cielo y de la Tierra, y muerto en la Cruz por mi amor.

A cambio, pido Tu favor sobre todas mis acciones de pensamiento, palabra y obra. Sostenme profundamente en el seno de Tu Divina Voluntad a fin de que no te desagrade de ningún modo. Regresa Tu Misericordia en cada una de mis necesidades. Padre Celestial, te doy mi amor. Toma esta oración como una pizca de amor de mi corazón y envuélvela con el Amor Divino. Haz de esta oración un instrumento de Tu Divina Intención.

Cubre mis necesidades con Tu Preciosísima Sangre, Señor Jesús, impidiendo conque algún mal predomine sobre estas pretensiones. Ahora presentes en Tus dolorosísimas llagas y por el mérito de Tu sufrimiento, confío en que mi oración será respondida. Padre Eterno, Constructor del cosmos, convierte ahora mismo presente mi corazón para que pueda latir en impecable armonía con Tu Divina Intención. Perdóname por todos y cada uno de los momentos presentes que he desperdiciado y que no me he entregado a Tu Voluntad. Ayúdame siempre y en todo momento a colaborar con la gracia que Tú me envías en todos y cada momento presente.

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