Rumores y mentiras sobre Oracion Ala Medalla Milagrosa

oracion ala medalla milagrosa

María Inmaculada, te nos has dado a ti misma como nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. Tú nos has pedido que oremos con confianza prometiendo que de este modo vamos a recibir enormes bendiciones. Sabemos de tu compasión, porque tú viste a tu Hijo padecer y morir por nosotros.

Al conocer esta historia sentí que deseaba llevar esa medalla en mi cuello. Pero mi sobrina María Paola me mencionó que la constumbre era que fuera un obsequio. Así que le lancé varias jardin-urbano.com indirectas a Ramiro y fue mi regalo del Día de las Mamás el año pasado. Suscríbete a nuestro boletín de servicios diarios. Evangelio, Meditación y Santoral en un solo mensaje.

Por La Fidelidad De María Nos Llegó La Vida Que No Tiene Fin

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• P. Prager, C.M. María de los Pobres; una relectura de la Medalla Prodigiosa desde la periferia.
• En la parte de adelante de la medalla, María hace aparición sobre un globo que representa el mundo.
• Sus expresiones, impregnadas de fe y de una ardiente piedad, avivaron en el corazón de Sor Laboure el deseo de ver y de contemplar el rostro de la Muy santa Virgen.

En especial te solicitamos por la conversión de los pecadores, particularmente de aquéllos que nos son más queridos. Recuerda que por ellos has sufrido, has rogado y has llorado. Sálvanos, oh Cobijo de los pecadores, para que después de haberte todos amado, invocado y servido en la tierra, podamos compra venta automoviles ir a darte las gracias y alabarte eternamente en el Cielo. Dios te salve, María, llena eres de felicidad, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas y cada una de las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, suplica por nosotros pecadores, en este momento y en la hora de nuestra muerte.

Oración A Nuestra Señora De La Medalla Prodigiosa

¿Por qué, pues, no asistir a en todas nuestras necesidades?. ¡Cómo siente las penas de todos sus hijos! Que recuerdo y tu medalla, Virgen Prodigiosa, sean alivio y consuelo de todos los que sufren y lloran en desamparo. Usted está leyendo este artículo merced a la generosidad suya o de otros varios lectores como que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se denomina Aleteia.

Santísima Virgen, acompañas por los caminos de todo el mundo a los que expatrian en busca de trabajo y de pan. que conoces también el exilio, mira piadosa nuestra condición y bendiciendo a quienes nos alojan, vela, te rogamos, sobre todo a aquellos a quienes la necesidad ordena a dispersarse, y a quienes la fraternidad ajena acoge asociándolos al esfuerzo común de los propios trabajos. Oh Virgen, Madre de Dios, Inmaculada María, nos brindamos y consagramos a ti, bajo el título de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. Que esta medalla sea para cada uno de , prenda del amor que nos tienes, y nos recuerde nuestros deberes para contigo. Que siempre que la llevemos nos bendiga tu amorosa protección y nos conserve en la gracia de tu Hijo. Oh Virgen poderosa, consérvanos siempre a tu lado en todos y cada uno de los instantes de nuestra vida.

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