Que es lo que realmente sucediendo con Oraciones A La Medalla Milagrosa

2020-05-10

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oraciones a la medalla milagrosa

Si pasas por una situación bien difícil en tu vida y necesitas de paciencia, perdón, arrepentimiento y fe, puedes obtenerlo con la devoción a la medalla, pues estos son los milagros más enormes que otorga. ¡Oh María, consuelo de cuantos les invocan!. Escuchad benigna la confiada oración que en mi necesidad elevo al trono de vuestra misericordia. ¿A quién podré recurrir mejor que a Vos, Virgen bendita, que sólo respiráis dignidad y clemencia, que dueña de todos los recursos de Dios, sólo pensáis en difundirlos en torno tu? Sed pues mi amparo, mi promesa en esta ocasión; y en tanto que devotamente pende de mi cuello la Medalla Milagrosa, prenda inestimable de tu amor, concededme, Madre Inmaculada, concededme la felicidad que con tanta insistencia os pido. Postrado ante vuestro acatamiento, ¡Oh Virgen de la Medalla Milagrosa!

Y le habló a la santa de las desgracias y calamidades de todo el mundo con tanta pena y compasión que se le anudaba la voz en la garganta y le brincaban las lágrimas de los ojos. ¿De qué manera pagaros, Madre Inmaculada, tanto favor? De ningún modo mejor que proclamando vuestra amabilidad y difundiendo software construccion por todas partes vuestra bendita Medalla, como me propongo llevarlo a cabo desde este día en testimonio de mi agradecimiento y de mi amor. Dadme felicidad, Madre mía, para llevarlo a cabo. Postrado ante tu acatamiento, ¡Virgen de la Medalla Prodigiosa!

Oración Para Los Pequeños

Oh Virgen, Madre de Dios, Inmaculada María, nos ofrecemos y consagramos a ti, bajo el título de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. Que esta medalla sea para todos nosotros, prenda del amor que nos tienes, y nos recuerde nuestros deberes para contigo. Que siempre que la llevemos nos bendiga tu amorosa protección y nos conserve en la felicidad de tu Hijo.

oraciones a la medalla milagrosa

  • Recíbeme como a tu siervo y cúbreme con tu mantón de protección, que eres la Madre de la clemencia.
  • Postrado frente vuestro acatamiento, ¡Oh Virgen de la Medalla Prodigiosa!

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, ya que un Dios se recrea, en tan divertida hermosura. A ti celestial princesa, Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en este día, alma vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Mi madre. Coloca bajo tu manto de protección a todos los que dan cuidado a los enfermos y atienden a sus pretensiones, como tu Hijo nos suplica que hagamos el uno por el otro.

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En ti coloco toda mi seguridad y mi esperanza de salvación. Recíbeme como a tu siervo y cúbreme con tu manto de protección, tú que eres la Madre de la clemencia. Y ya que tienes tanto poder para con Dios, líbrame de las tentaciones, o cuando menos obtenme la felicidad de vencerlas. Te pido kefir un verdadero amor a Jesús, y la felicidad de una santa muerte. Oh Mi madre, por el amor que tienes a Dios, Nuestro Señor, te suplico que seas mi asistencia en todo tiempo, pero principalmente en el último momento de mi vida.

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